Permite comprender mejor las necesidades, preferencias y comportamientos de los clientes, lo que ayuda a adaptar productos, servicios y estrategias de marketing para satisfacer sus demandas.

Ayuda a identificar oportunidades de mercado no exploradas, segmentos de mercado desatendidos o necesidades no cubiertas, lo que puede conducir al desarrollo de nuevos productos o servicios.

Proporciona información sólida y datos objetivos que respaldan la toma de decisiones comerciales, como lanzamientos de productos, precios, estrategias de comunicación, etc.

Permite analizar a la competencia, comprender sus fortalezas y debilidades, e identificar áreas donde una empresa puede destacar y competir de manera efectiva.

Ayuda a diseñar estrategias de marketing más efectivas al proporcionar información sobre canales de distribución, mensajes publicitarios, posicionamiento de marca, etc.

Permite reducir los riesgos asociados con el lanzamiento de nuevos productos o servicios al comprender mejor el mercado y las necesidades de los clientes potenciales.

Proporciona una base objetiva para medir el éxito de las estrategias de marketing y la satisfacción del cliente, lo que permite ajustar y mejorar continuamente las acciones comerciales.